En las entrañas de Zipaquirá, justo sobre la mina que resguarda la imponente Catedral de Sal, se esconde un circuito sagrado del MTB, allí, un niño con el corazón desbordado de sueños jugaba a ser ciclista, sin imaginar que su destino ya estaba escrito. La pista Salinas fue su primer gran reto, su primera línea de meta, su primer triunfo.
Aquí la montaña desafía, la tierra respira historia y cada curva es un recuerdo de aquel niño que imaginaba conquistar el mundo sobre dos ruedas. Rodar aquí es más que una carrera, es un homenaje a la pasión, a la disciplina, a la valentía de quienes desafían la montaña y dejan el alma en cada pedalazo.
Hoy, tú puedes ser parte de esta historia. Corre donde el campeón del Tour de Francia soñó, creció y vivió su Origen.